¿Y si te digo que más de una vez has tomado una bebida de más de 8000 años?
A todos nos gusta disfrutar de una buena copa en compañía de amigos y familia, pero hay una bebida que particularmente nos encanta. ¿Aún no sabes de cuál estamos hablando? Te daremos una pista, proviene de las uvas fermentadas y puede ser tinto o blanco. Así es, el vino. ¿Alguna vez te preguntaste el recorrido que hay detrás de cada copa?
Parecerá increíble, pero la primera vez que se comenzó a cultivar uvas para después fermentar su zumo, data desde el año 6000 antes de cristo en el antiguo oriente medio, donde solía ser considerada como una bebida chamánica, ya que poseía poderes embriagadores.
En la antigüedad no se disfrutaba precisamente por su sabor, todo lo contrario, se buscaba encontrar la manera de que esos vinos con sabor fuerte y amargo, supieran a cualquier otra cosa, por lo que combinaban su sabor. De hecho, el sabor del vino era tal, que también era utilizado por los pueblos mediterráneos para que los barcos dirigidos a batalla, pudieran ser bendecidos por Poseidón.
Para estos momentos la bebida todavía no se conocía como la conocemos hoy en día, es hasta que llega a Egipto, donde se convierte en un símbolo de estatus social, expandiéndose rápidamente por Europa de occidente. El vino comenzó a ser una bebida muy buscada y apreciada en el mundo entero.
¿Quieres una curiosidad? En la edad media el vino era muy apreciado en los monasterios y castillos, por lo que se guardaba en los sótanos de los mismos, como modo preventivo en caso de que el establecimiento sufriera algún saqueo.
Es apenas hace 300 años, cuando las técnicas de vinificación comienzan a perfeccionarse, haciendo que la bebida adquiriera ese famoso sabor delicioso que conocemos hoy en día.
¿Sabías que España es el segundo mayor productor de vino del mundo? ¿Ya has probado el vino Syrah y el vino tinto de Corcova? Claro que existen muchos tipos de vino, cada uno con un sabor distintivo y especial, ¿Cuál es tu preferido?